La Consulta Pública tiene por objeto recabar la opinión de la ciudadanía y organizaciones más representativas potencialmente afectadas acerca de los problemas que se pretenden solucionar, la necesidad y oportunidad de la regulación, los objetivos que se persiguen y las posibles soluciones alternativas para su toma en consideración en el marco de la tramitación del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico (en adelante PEPCH), tal y como se exige en el art. 133 de la nueva Ley de Procedimiento Administrativo y el artículo 15 del Reglamento de Planeamiento de Canarias.
El Conjunto Histórico de Puerto de la Cruz, como unidad representativa de su proceso evolutivo, debe ser protegido y conservado en función de los valores patrimoniales que alberga, para ello se debe elaborar el instrumento de ordenación correspondiente, es decir, el Plan Especial de Protección, que deberá atender a criterios que garanticen la conservación del conjunto e impulsar su revitalización, facilitando la vida de las personas residentes y favoreciendo el emprendimiento y agilización en la tramitación de licencias, apostando por un desarrollo territorial y urbano sostenible.
Aunque en el año 2011 se aprobó inicialmente un PEPCH de Puerto de la Cruz, éste nunca llegó a entrar en vigor al paralizarse su tramitación antes de su aprobación definitiva.
En el transcurso de tiempo, acaecido entre la aprobación inicial del documento hasta nuestros días, han ido aprobándose distintos textos legales que inciden tanto en el contenido como en la tramitación del citado Plan Especial que hacen necesario redactar un nuevo plan.
En este sentido, la Ley 4/2017 de 13 de julio del Suelo y de Espacios Naturales Protegidos de Canarias, en su Disposición transitoria séptima, evidencia la necesidad de evaluar ambientalmente el plan conforme a las disposiciones de la Ley 21/2013, de evaluación ambiental, aspecto al que se debe prestar especial atención, por ser una de las principales causas que ha generado la nulidad de múltiples instrumentos de planeamiento urbanístico.
Asimismo, la reciente entrada en vigor de la Ley de Patrimonio Cultural establece un nuevo marco legal al que el PEPCH debe responder y que afecta, entre otros aspectos, a los bienes a proteger, tipos de intervención permitidos así como al contenido básico al que debe atender el Plan Especial.
La Ley 11/2019, de 25 de abril, de Patrimonio Cultural de Canarias, exige en su artículo 37.1 la elaboración de un Plan Especial que proteja los bienes de interés cultural declarados conjuntos históricos. Por tanto, que el municipio de Puerto de la Cruz, disponga de un Plan Especial que proteja su conjunto histórico no sólo es necesario y oportuno sino además obligatorio. Asimismo, la protección, recuperación, conservación y fomento de este bien necesita de un instrumento que regule los aspectos referentes a la edificación, obras y usos en él permitidos, estableciendo criterios para fijar las intervenciones, así como, los relativos al ornato de edificios, espacios libres y especies vegetales de significativo porte.
Es una apuesta decidida de este Plan Especial definir su modelo de ordenación inspirándose en el principio del desarrollo territorial y urbano sostenible que establece la Agenda Urbana Española 2019, marco de referencia del que actualmente disponen las ciudades españolas para la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) contenidos en la Agenda 2030; y de los compromisos internacionales adoptados en este sentido.
Adaptando estos principios a la realidad y el contexto del Conjunto Histórico de Puerto de la Cruz, se plantean los siguientes objetivos específicos:
Alternativa 0. MANTENIMIENTO DE LA ORDENACIÓN VIGENTE
Esta alternativa supone la continuidad del modelo de ciudad del planeamiento vigente (Plan General y Plan de Modernización), modificando únicamente las determinaciones que sean estrictamente necesarias para garantizar el cumplimiento de los distintos textos legales vigentes que resulten de aplicación, entre las que cabe citar la Ley del Suelo de Canarias, la Ley de Patrimonio Cultural de Canarias y la Ley de evaluación ambiental.
En lo que respecta al catálogo de bienes patrimoniales culturales, se mantienen los contemplados en la Adaptación Básica del PGO de Puerto de la Cruz (2007).
Este escenario se define, por tanto, en un carácter básicamente inmovilista, de modo que su implicación en el espacio urbano, su carácter morfológico, tipológico sería dar continuidad a lo ya establecido en el planeamiento vigente.
Alternativa 1. PROTECCIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL APOSTANDO POR UNA CIUDAD SOSTENIBLE Y ORDENADA POR ÁREAS HOMOGÉNEAS
Esta Alternativa apuesta por potenciar el modelo de ciudad existente, con tendencia a ser un referente turístico, cultural, comercial y administrativo, con una utilización racional y sostenible de sus recursos naturales y sus valores patrimoniales.
Para ello, se promoverá una adecuada interrelación e integración de las actividades económicas en el paisaje urbano y su interacción con el Patrimonio Cultural por áreas urbanas morfológicamente homogéneas, en las que el peatón cobre especial importancia en detrimento del vehículo, estableciendo una adecuada interconexión entre las distintas áreas de ciudad.
En lo que respecta al catálogo de bienes patrimoniales culturales, se recogen los contemplados en el documento de Aprobación Inicial del PEPCH del año 2011, actualizando su contenido conforme a las directrices de la reciente Ley de Patrimonio Cultural de Canarias.
Este escenario plantea la homogenización de usos y tipologías, segregando la ciudad en áreas semejantes.
Alternativa 2. PROTECCIÓN DE LOS VALORES PATRIMONIALES EN UNA CIUDAD DIVERSA Y SOSTENIBLE
Esta alternativa amplia sus objetivos, arrojando otra mirada al modelo actual de ciudad que apueste por una ciudad diversa más equilibrada y acorde con las dinámicas actuales, donde residentes, visitantes y turistas puedan convivir, generando un Conjunto Histórico en el que se pongan en alza sus valores patrimoniales, además de las ventajas de vivir en una ciudad con encanto “charming city”, abierta al mar, y una ciudad actual, moderna “smart city”.
En lo que respecta al catálogo de bienes patrimoniales culturales se propone una revisión integral del Catálogo de Protección que acompaña al documento de Aprobación Inicial del PEPCH del año 2011, valorando la consideración de nuevos inmuebles o elementos y la descatalogación de otros, desde una nueva evaluación de todos los edificios que puedan tener interés patrimonial y realmente supongan una contribución cultural a la escena tradicional de Puerto de la Cruz, atendiendo en dicho proceso a las directrices del Cabildo de Tenerife.
Para ello se establecerá una metodología rigurosa, sencilla, operativa que permita establecer de forma inequívoca los valores a proteger evitando la sobreprotección o la ausencia de protección. Asimismo, se plantea la introducción de criterios de resolución de conflictos a la hora de integrar el interés general de conservación del patrimonio histórico y arquitectónico junto con los aspectos de accesibilidad, eficiencia energética, habitabilidad y la flexibilización de usos. Todo ello con el objetivo de salvaguardar la autenticidad del patrimonio y del Conjunto Histórico en lo referente tanto a sus valores materiales como a los inmateriales.
Se mejorará la ordenación urbanística del Conjunto Histórico, realizando un análisis morfológico, tipológico, volumétrico y de usos por unidades edificatorias teniendo como escala la manzana y la interrelación entre ellas a la hora de configurar los perfiles de las calles, favoreciendo una mejor ordenación ambiental en el entorno urbano específico y en su conjunto.
Se establecerán criterios para el implemento de la calidad ambiental del área, fomentando e incorporando nuevos modelos de movilidad más sostenible, con un mayor predominio del uso peatonal, pero teniendo en cuenta la coexistencia del tráfico para las actividades de carga-descarga, kiss-ride, accesos a viviendas, vehículos de seguridad, ambulancias, bomberos, etc.; así como la implementación de la red de espacios libres, incorporando las áreas infrautilizadas y fomentando la apertura del centro al mar e introduciendo criterios de biodiversidad y la perspectiva de género en su diseño.
Siendo la prioridad de esta alternativa compatibilizar la protección del Conjunto Histórico con su uso y disfrute como objeto cultural, residencial, sin perjuicio de su aprovechamiento como recurso económico y reclamo turístico, se apuesta por la flexibilización de usos, generando una ciudad más segura, diseñada por y para sus ciudadanos, y una revitalización del Conjunto Histórico.